martes, 19 de enero de 2016

¿Tiene un canal de Chat la misma validez que un correo electrónico?

Entre tantos tipos de canales para enviar mensajes, incluso conversaciones escritas por canal de Chat como "Google Talk" o "Hangout"  es difícil saber si tiene la misma validez que un correo electrónico o que un "Whatsapp". 

Hace tiempo me llegó un caso en el que una transacción de negocios quedaba modificada por una conversación escrita a través de un canal de Chat. ¿Es válida la prueba?, ¿se puede verificar su autenticidad?, ¿se puede extraer el original?

La clave para poder decir que se trata de una prueba sólida y verificable se basa en poder verificar que la conversación, es decir el chat como "Google Talk" o "Hangout" una vez escrita queda fuera del alcance del emisor del texto y desde luego que es accesible por el perito a nivel de lectura

Como escribí en un artículo anterior un Whatsapp no es una prueba consistente ya que es manipulable con facilidad por el mismo receptor del mensaje, el caso de un Chat no, porque no se puede editar el contenido ya escrito y enviado.

Si la conversación abarca muchos días, semanas, meses, incluso años, lo difícil para el perito es extraer la prueba y formatearla para su mejor lectura. La presentación de la prueba es crucial en este caso, ya que el modelo de presentación para más de un par de páginas debe distinguir entre los interlocutores incluir las fecha y horas. Ese debe ser precisamente nuestro mejor logro, la presentación de la prueba de la forma más clara y sencilla posible.




Javier Llorente Muñoz
Ing. Sup. Telecomunicación por la UPM
Col. 2868
Perito Judicial miembro de,
la APAJCV y de la la APAJCM

lunes, 11 de enero de 2016

¿Es Whatsapp igual de válido que un correo electrónico?

Actualmente se están juzgando casos basados en la veracidad de los textos fotografías y videos enviados por la aplicación “Whatsapp”, pero ¿hasta qué punto son fiables los documentos y adjuntos enviados por este medio?


El desmedido crecimiento de la aplicación “Whatsap” en España, está llegando a tales límites que se empieza a considerar a los mensajes y adjuntos enviados por este método con el mismo valor de autenticidad y atribución de autoría que el de un correo electrónico.


El parecido entre “Whatsapp” y el correo electrónico se circunscribe exclusivamente a que ambos son capaces de transmitir texto y adjuntos multimedia, ahí se acaba su similitud. Presuponer el mismo valor jurídico a los mensajes de Whatsapp y al del correo electrónico, es un error que está poniendo en dificultades no sólo a la judicatura a la hora de dictar sentencias, sino que los mismos informes de la Policía científica a veces no enfatizan suficientemente la facilidad con que los mensajes de Whatsapp pueden ser simulados en el lado del que los recibe.


Recientemente he leído un informe del Grupo de Informática Forense de la Brigada Provincial de Policía Científica que lo que enfatiza, y advierten de que no es posible verificar desde los servidores del proveedor de Whatsapp que efectivamente el mensaje fue enviado por su autor a su destinatario, porque Whatsapp no se “queda” con los mensajes, nada dicen de la facilidad con que éste mensaje puede ser manipulado sin que queden indicios rastreables. Si esto no se expone con claridad a SSª puede tomar en consideración que el contenido del mensaje de Whatsapp es veraz y auténtico, cuando puede no serlo.


Los servidores de “Whatsapp” una vez que hacen la entrega sobre el terminal del receptor lo borran, aunque no inmediatamente, pero casi, por lo que no queda un registro espejo fuera del alcance del que lo recibe que pueda ser verificado. Lo único seguro que queda, es el mensaje en el lado receptor y los datos ocultos que acompañan al mensaje (metadatos), por tanto es la única copia que puede ser examinada, si el emisor del correo lo ha borrado de su terminal. Es justo en estos datos ocultos donde se encuentra la autoría del remitente. El problema surge por la facilidad con que estos datos pueden ser alterados con simples herramientas gratuitas que pueden descargarse de Internet.


Por el contrario, los servidores de correo electrónico, “se quedan” con el mensaje, además el correo guarda la ruta que siguió el correo entre el transmisor y el receptor, lo que le hace rastreable siempre que no se “exporte” el correo a un formato de texto o cualquier tipo fichero. Se puede por tanto llegar a verificar que el correo salió del servidor de correo del mandante que llegó al servidor del correo del receptor y se puede llegar a verificar que el contenido corresponde con la copia que se queda en los servidores.


Si bien todas estas explicaciones dan una idea general del funcionamiento, no las exponemos en detalle para no dar pistas que desbaratarían las técnicas que usamos los expertos públicos como privados para verificar la verdad algo que hay que salvaguardar tanto como se pueda ya que nunca sabes cuando te puede tocar a tí. Dicho esto, es cierto que aquel que tenga los conocimientos necesarios y la habilidad suficiente para evitar errores, pueden simular la autoría de una fotografías, un video o simplemente un mensaje a alguien de quien conozcan determinados datos, por otro lado nada difíciles de conseguir, sobre todo si alguna vez han recibido un mensaje por Whatsapp de la persona a la que quieren complicar la existencia.


Es por esto, entre otras cosas, por lo que los expertos decimos que “Whatsapp” no es un producto seguro, los usuarios van dejando por ahí rastros de sí mismos en los móviles de otras personas, algunas de las cuales pueden ser no todo lo éticas que debieran ser y pueden usar estos rastros para complicar la existencia a las personas confiadas.


Si Vd usa profesionalmente “Whatsapp”, ya está avisado, ahora búsquese un plan de SMS gratuitos de alguno de los operadores, estos sí tienen el mismo valor que un correo electrónico.


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Javier Llorente Muñoz
Ing. Sup. Telecomunicación por la UPM
Col. 2868
Perito Judicial miembro de,
la APAJCV y de la la APAJCM
http://www.nexo601.com/peritajes.htm


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